En muchas ocasiones me he puesto a pensar en los momentos en los que alguna vez resulte lastimado,o perdí cosas de valor, las que no me salia bien algo que deseaba realizar, las veces en las que mi autoestima estaba por debajo de cero. Solo llega a mi mente una persona que siempre estuvo a mi lado, apoyándome en todos esos momentos difíciles que he vivido, levantándome el ánimo y apoyándome en todo aquello que anhelaba realizar, que me perdonaba muchas, y porque no decir todas mis travesuras de pequeño, y de grande también... Ella es mi MADRE, quien además de toda esa ternura, me ha ido demostrando el gran trabajo que realiza siempre para darme lo que cada día me alimenta y las cosas que me brindan comodidad.
Considero que ella es el mejor regalo que Dios me pudo haber dado. Trabaja todo el día en la casa, viendo que todo este bien, y nunca se queja de las travesuras que hago, solo me conversa con paciencia para que entienda que lo que hice estuvo mal, con una sonrisa que, en verdad, hace que intente hacer las cosas bien en la escuela y en cualquier otro lugar. No quiero decepcionarla, pero no falta alguna nota mala, o una tarea incumplida, o quizás una que otra amonestación, pero a pesar de eso, nunca me ha reñido,solo espera que cambie, y yo intento mejorar para no hacerla sentir mal, para agradecerle todo ese gran trabajo que hace por mí y ver esa sonrisa que quiero y amo tanto.
Una madre tiene grandes responsabilidades: Saber ser una gran hija, hermana, esposa y compañera. Para una madre trabajadora, no hay un´´no puedo``, ella no se rinde porque quiere ver que sus hijos estén bien. Ella vive con la esperanza de ver al fruto de su vientre convertido en un gran profesional, eso es lo que impulsa a una madre a trabajar tanto. Ella no ve el tiempo ni los obstáculos, expone incluso hasta su salud por sus hijos, porque su compromiso va mas allá de sus propias fuerzas.
Los diarios nos mencionan a mujeres famosas, nombres grabados en oro en la historia, pero ninguna se compara con nuestra madre, ese ser que trabaja día y noche, siempre con una sonrisa en los labios, nunca encontraremos en el mundo a alguien que nos de tanto amor cada mañana, que se esmere tanto para vernos felices, que este con nosotros en los momentos en los momentos mas cruciales de nuestra vida, apoyándonos, que nos sonría cuando estemos tristes, alguien que nos diga un ´´te quiero`` o un ´´te amo`` todos los días, o alguien que perdone cada una de nuestras travesuras. Nunca, nunca encontraremos a alguien igual a... UNA MADRE.
Quisiera agradecer ante Dios todo lo que mi madre me ha dado con su trabajo de mujer valiente: la vida, los valores, mi educación, mi alimento y tantas cosas más. Tal vez no me alcance la vida para agradecer todo lo que mi madrecita me ha regalado con su inmenso amor. Por eso se la encargo al todopoderoso para que la cuide siempre.
!Gracias mamá¡, la columna que sostiene... !TE QUIERO... TE AMO CON TODO MI CORAZÓN¡
GRACIAS
